La aspiración natural de todo hombre por alcanzar la verdad y la sabiduría se dirige de manera especial hacia el hombre mismo, porque la pregunta acerca de la verdad del hombre afecta a lo más íntimo de la felicidad y destino humano. “
¿Quién soy yo?
¿Qué he de hacer de mi vida para que sea una vida plena?
¿Existe otra vida después de la muerte?
Estas preguntas son las formuladas, de manera más o menos explícita, por todo filósofo, más aún, por todo hombre y en toda cultura. Por otro lado, la pregunta acerca del hombre adquiere para el cristiano un lugar central de su reflexión desde que en la revelación se afirma que el hombre es “ imagen y semejanza de Dios” (Ge 1, 26-27). La asignatura de antropología, tal y como se propone a los estudiantes de primer curso en las Universidades CEU, pretende iniciar un camino de respuesta a estas preguntas, haciendo a la luz de la razón humana un estudio sistemático del hombre por sus causas últimas y principios esenciales del ser y obrar humanos; se trata, pues, de una antropología filosófica, que viene a dar unidad a todo otro saber fenoménico sobre el hombre y establece los principios sobre los que articular la praxis de toda actividad vital humana.